VIENDO UNA PELÍCULA
Me divierte, la verdad es que no lo voy a negar... y cada vez lo hago más. Quien no se ha visto alguna vez en alguna situación incómoda, alguna reunión laboral, familiar, en la que te gustaria salir corriendo pero es imposible.
En ese momento incómodo, tenso, desgradable, me convierto en una espectadora de cine. Sentada en mi silla salgo de esa escena teatral que se está viviendo y empiezo a ver la película. Me acomodo en la butaca, señores esto promete, va a ser largo así que por lo menos me pondre cómoda; ¿palomitas? depende , a veces corres el riesgo de atragantarte con algunas escenas... así que lo dejo a criterio personal.
No estoy allí, y eso es un lujo. La verdad es que veo que hay grandes actores, y de todo tipo, algunos hacen el papel de malo, perverso, otros el de graciosete, impertinente .... todos llevan acabo su papel de una manera magistral.
Observo sus caras, sus gestos, el guión es bastante malo... no me gustaría estar ahí pienso , que suerte que es una película. En el día a día es mejor salir de la escena y comenzar a ver esa película, seguro que es de mala calidad así que prefiero estar fuera que formar parte de esas escenas.
Hay halagos hipócritas, comentarios hirientes, desafortunados, algún que otro mal gesto, que más da.... desde fuera me producen risa, y a veces los personajes dan pena, pero no me afecta soy una espectadora de ese teatro o incluso a veces diría que es un circo.
C’est la vie.
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